En esta lectura favor de sustituir las palabras ELLA y EL por el nombre suyo y de su pareja. esto es para que tengan la sensación de ser parte de nosotros.
ELLA y EL son una pareja a todo dar dicen los amigos. Se completan. Tienen los mismos gustos. Ascienden juntos. A ratos, juntos tambien, parecen sonámbulos. ELLA se aprieta contra él, él le pone la mano sobre un pecho y lo besa estrujándoselo ante todos. A veces son desvergonzados. Cuando invitan a cenar y a oír discos, con las mismas manos que la atenaza, él prepara la cena, salvo la ensalada claro, por que ella las hace ricas. Su casa es como ellos, fervorosa, acogedora. Los invitados se sientan en el suelo y abren libros de pintura y arte barroco. Un buen fuego arde por la chimenea. "Qusimos chimenea por que el mejor amor se hace frente a las llamas. Mi mujer es una brasa." A la hora de la cena, no es inusual que Jorge, amo y señor, cruce con todo su cuerpo la mesa: "bésame", exige y el tiempo parece suspenderse mientras todos dejan de comer y observan ; vasos, mantel, filetes, ensaladera, cesta de pan. Les sale uno como vaho parecido al que sale de la boca de los hornos. "Esta es la casa que arde"- dice la mas ingenua de las invitadas-, " y cuando regresamos a la nuestra, Jaime siempre me hace el amor. Por eso me gusta venir."
A pesar de la chimenea, lo más notable de su casa es el ahuehuete, esos están en el Bosque de Chapultepec; ELLA y EL consiguieron una casa con ahuehuete en la colonia del Valle.
ELLA fue la que la encontro; hubiera sido horrible sin el ahuehuete. EL se opuso: esta fea, húmeda. ya verás como la dejo mi amor, ya verás, no podrás vivir en nigún otro sitio. Y la cubrio con una bugambilia de plúmbago, un huele de noche, y cuando florecieron, las flores entrelazadas le taparon lo feo. Sólo que daron las ventanas como dos ojos en un cuadro. ELLA se acostumbró a hablarle al árbol, a abrazarlo aunque no alcanzara el perimetro de su tronco. Recoger trozos de corteza a punto de abandonarlo como las celulas muertas al cuerpo humano y sentarse bajo él a leer y ver el cielo entre sus ramajes era un ritual de casi todos los días. A lo mejor dos amantes se abrazaron aqui antes que nosotros, a lo mejor una niña vistió a su muñeca bajo esta sombra, una mujer limpio un noche sus lagrimas recargada en el tronco, a lo mejor este árbol es el de La Noche Triste. Al cabo de un tiempo le contagio a EL su amor por el ahuehuete de tal modo que al salir o al llegar de la universidad lo saludaba: "Buenos días árbol, ya me voy", "que duermas bien árbol". Tambien a él le dio por abrazarlo; entre ELLA y EL podían girar en torno a su tronco en la ronda del amor. sus brazos extendidos lo acinturaban y no grabaron el deleite del beso ni sus iniciales en la corteza por que ELLA decia que era una crueldad.
Entre los dos construyeron su felicidad caliente, cuidaron de su amor rompe barreras. ELLA fue la de la escoba, el trapeador, el fregadero, la escobeta, pero lo disfrutó casi tanto como poner manojos de alhelíes y perritos en el florero o gigantescos agapandos. EL producia platillos suculentos para sus amigos del viernes o el sabado en la noche. Sorprendia a los maridos: "Anoche fue luna llena, ¿abrieron la ventana para que la luna bañara entera a su mujer?" Las esposas se extasiaban: "¡Que suerte tienes, ELLA, te sacaste la loteria con ese marido!". EL era el amoroso.
(texto extraido del libro Para leer de boleto en el metro, del cuento de Elena Poniatowska LA BANCA, que llego a nuestras manos gracias al papá de un bombón relleno que olvido entregar el libro al salir del metro Etiopia)
CONTINUARA....
***** CHI *****