Y su nueva obra, misma que salió apenas la semana pasada y, a unas horas de aparecer en los anaqueles se convirtió en disco de platino por un cuarto de millón de piezas vendidas. No es poca cosa a estas alturas.
A pesar de que los primeros discos de su etapa solista no se alejaron mucho del concepto en el que lo teníamos con Los Fabulosos Cadillacs, fué dulcificando su discurso, volviéndolo casi en su totalidad un romancero descarado.
Gran disco pop. Sería absurdo clasificarlo en otro género, y no solo eso, sino que todo él trata temas sentimentales, relaciones humanas y la constante desilusión que viene aparejada. Se aprecia un hilo conductor que va de los encuentros a los desencuentros. Un disco cortito, con canciones que desearías que duraran ocho minutos en lugar de solo los tres minutos y medio de la fórmula establecida, que te dejan con ganas de, cuando menos, otro corito.
La voz no cambia y, como siempre, añade un increíble tono melancólico a todas las piezas que, en esta ocasión mueven particularmente al llanto a cualquiera que lo escuche con el menor humor nostálgico, con píezas que llegan a ser desgarradoras, pero que no puedes dejar de escuchar.
Una verdadera joya de otoño. Se llama simplemente "5" y se los comparto con especial agrado.
Sin llorar. Dale aquí o en la imagen.
--Siempre aquí, Iván.--
P.D. Gracias a mi broder Adrian, que a la distancia me avisó que este disco ya estaba disponible.