BIG BEAT

Término acuñado a mediados de la década pasada por la prensa británica para describir música de, entre otros: Fatboy Slim, Chemical Brothers, The Prodigy, etc.

De estilo ecléctico, pero fácilmente reconocible, introduce a la olla sonora loops (ignoro si el término tenga correlativo en español) incesantes, incisivos e insistentes, tanto de Rock "oldie" como de Jazz, R&B y en general cualquier ritmo cuya repetición infinita agrade al oído; frenos inesperados y explosiones sucedáneas que no requieren más ayuda para convertirse en ganchotes que sólo te hacen esperar impaciente el siguiente y el siguiente y el siguiente.

Vocales que presentan reminiscencias del punk, del rock con actitud: un poco pedo, a veces encabronado y de vez en cuando pacheco.

Género cuyos artistas fueron conocidos por ofrecer espectáculos sobresalientes en directo, gozó (y lo sigue haciendo) de particular aceptación de este lado del mundo por la estética con que se manejaban: desmadrosos, valemadristas, si te madreaban, pues (y nomás de huevos). Se escuchaban beats hechos por computadora, pero se veían con esa actitud de estrella de rock que contrastaba y llamaba la atención.

Dicen que el nombre, en realidad se lo deben al buen Norman Cook, quien, en su faceta de Fatboy Slim, regenteaba un antrín que se llamaba "Big Beat Boutique" (en donde, por cierto, grabó el set de "On The Floor At The Boutique") por allá de 1998.

Sin embargo, The Prodigy lideró la camada y fué el estandarte de esa nueva invasión británica, con el "Fat Of The Land" bajo el brazo, juanto a Chemical Brothers con el "Dig Your Own Hole" y Fatboy Slim, un poco mas adelante con el sensacional "You've Come A Long Way, Baby", volaron en pedazos lo que concebíamos en aquél entonces como música electrónica y redefinieron el concepto, el discurso y la actitud.

Tres obras maestras que hoy les comparto, con especial agrado.



Nominado al premio Mercury, disco más vendido en 1999, nominado al Grammy, a los Brit Awards y posee un lugar dentro de los discos que tienes que escuchar para entender los 90´s y en el libro de los 1001 discos que hay que escuchar antes de morir.
The Prodigy - Fat Of The Land


Nombrados en la revista Q como uno de los mejores discos de todos los tiempos (eso fué en 1998), colaboraciones de Noel Gallager y Beth Orton. Es más, simplemente escuchar "Block Rockin Beats" es un bálsamo.
The Chemical Brothers - Dig Your Own Hole


Otro de los más grandes álbumes de la década pasada, inquilino distinguido en prácticamente todas las listas que se hicieron casi llegando al 2000 y que determinaban los mejores discos de la historia. Los adjetivos me abandonan. Pura magia.
Fatboy Slim - You've Come A Long Way, Baby.

--Iván--