KANYE.

Tiene bastantes años que escuché de un rapero que, al igual que Eminem, tomaba distancia del estereotipo: Kanye West no salió del arrabal ni del guetto. Su formación y su cultura provienen de la clase media, bien educada,  y con ingresos respetables del medio oeste norteamericano.

Bajo este contexto, resulta un poco difícil de entender cómo fue que una persona cuyas carencias económicas fueron mínimas se inclinara a crear canciones dentro del Hip-Hop y más aún que estas no estuvieran enfocadas en las pandillas y en la vida de gángster.

Así las cosas, a mediados de la década pasada soltó un par de discos que sacudieron por completo a la industria de las canciones con más rimas forzadas y poco creativas. Mi favorito de este personaje es el gran Late Registration de 2007, sin embargo, cada uno de sus discos ha sido un hitazo y sus colaboraciones aún más. Gracias a sus producciones, gente como Kid CuDi, Lupe Fiasco o el mismo Frank Ocean llenan arenas con sus conciertos.

Este material es uno de los más esperados en Estados Unidos. Los medios electrónicos que se dedican a reseñar discos están vueltos locos. Pitchfork le dió 9.5 y seguramente estará en la cima de su lista de los discos de 2013. 

¿No les da curiosidad escucharlo?

Se llama Yeezus y está a sus órdenes.

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--I.--