Supón que anuncian un concierto al que te mueres por ir, sin importar desde luego, el costo de las entradas. Una vez que el límite en el costo del boleto ha quedado atrás, supón que la tocada es de tal manera histórica que otros 20 millones de personas se mueren de ganas por ir y por más intentos que hicieras al teléfono, tu nombre iba a entrar a una gran tómbola y de ahí se insacularían a los afortunados, quienes literalmente se ganaron la lotería.
Eso pasó en la segunda mitad del 2007, cuando Led Zeppelin anunció que tocaría en un concierto a beneficio de una fundación, después de casi 30 años de no hacerlo y teniendo como músico acompañante en la batería a Jason Bonham, hijo del difunto y que corona la alineación perfecta. El libro de records Guiness le otorgó en 2009 el título del concierto con más demanda en la historia y estoy seguro que ostentará esa distinción por muchos años más.
Esta es la memoria auditiva de ese concierto. 16 gloriosas canciones en lo que es, sin duda, uno de los discos del año, cinco años después, pero valió la pena la espera. Lleva como título, muy apropiadamente Celebration Day y son dos discos con gran calidad de audio. De nada.
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--Iván--
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