BABAS

Tengo que confesar algo. Lo haría ante un sacerdote, pero no comulgo con la iglesia; también podría hacerlo tumbado en el diván de un psicólogo, pero me rehuso a pagar consulta cuando puedo desahogarme con cierta libertad en este espacio, que por cierto, se creó ex profeso para tal fin.

La confesión es la siguiente: tengo un serio problema con la gente que reduce deliberadamente los nombres de las bandas para quedar como "los fabu", "los cali", "nonpa", "cafeta" o "molo"; denominaciones éstas que también se encuentran entre los ejemplos más exasperantes.

El caso de esta banda es peculiar por lo irritante, pero más que nada confuso que resulta la mencionada reducción. De tal forma que el ingenio (?) popular le ha dado por denominar "Babas" a los Babasónicos y cuando se acerca un concierto de estos argentinos, la gente dice "vamos a ver a los babas" o, en el colmo de la creatividad preguntan "¿vas a ver a babas?" y uno hace esfuerzos por que no le gane la risa; entre otras coas, porque casi nadie sabe que su nombre viene de un muy respetado y muy fallecido gurú de nombre Sai Baba.

Romantisísmico. Nombre que quizá a algunos de los que vivimos de este lado del "cinturón de fuego del pacífico", les parezca carente de tacto, pero no desmerece y resulta indispensable si usted ya tiene apartada la fecha en noviembre y ya posee entradas para ver a los babas.

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